Un verdadero descubrimiento en medio de las Hurdes cacereñas. Curiosamente todos los puertos que comunican la parte norte de Cáceres con la parte de Salamanca adquieren unas dimensiones de autenticos puertos "tour" - así ocurre con la peña de Francia o el Portillo de las Batuecas - es por ello que sorprende, y mucho, que nunca grandes competiciones ciclistas (la vuelta a España por ejemplo) se hayan fijado en estos auténticos colosos. Quizás el desconocimiento se deba a que ,precisamente, son los propios extremeños quien apenas les dan importancia. Ya comenté en este mismo blog la lucha que mantiene esta comunidad por deshacerse de tópicos y por dejar de ser considerada "la olvidada de España".Un olvido que viene dado por tradición histórica - con solo hablar de las Hurdes ya tenemos un ejemplo claro - y también por la poca publicidad o autoestima que tienen estas gentes por lo suyo.
Hoy en día las Hurdes cacereñas absolutamente nada tienen que ver con los viejos tópicos. Se trata de un lugar paradisiaco rodeado de un paraje natural impresionante - ríos, montañas, vistas espectaculares - y ofrece una sensación al visitante de tranquilidad y paz.
Por todo lo que comento se deduce que se trata de una zona que me encanta, sobre todo, para recorrerla en bici. Hoy precisamente me fui con el club ciclista de Coria a subir El esperabán. Un puerto IMPRESIONANTE con un desnivel - sobre todo los últimos siete kilómetros - que alcanza el 17%. Según algún veterano compañero del club - que en su día corrió la mítica marcha cicloturista "Quebrantahuesos" en Francia - tiene similitud con el MARIE BLANC. Sus nada menos que 22 kilómetros de ascensión y sus últimos siete kilómetros descomunales lo convierten en un autentico puerto tour.
En la ascensión se encuentran varias de esas rampas del 17% - hacer click en la foto y mirar altimetría -( en la fotografía superior se observa una de ellas) auténticos rampones que miran al cielo. Desmoralizan. En ocasiones no levantas los ojos del manillar por que cada vez que miras al frente sigue la misma rampa, y cuando llegas a la curva y parece que va a suavizar un poco, otra mas. Hubo muchas zonas en las que hice la subida en zigzag. El desarrollo que llevaba - 39x 26 se quedó corto en estos tramos.
Cuando coronas, bruscamente te quedas sin carretera. El asfalto termina en el límite de provincia.
En definitiva, un puertazo, sobre todo los doce kilómetros finales, que tiene de todo, rampas muy muy duras, algún descanso, cambio de firme, vistas espectaculares, que hay que disfrutar en la bajada, porque en la subida es casi imposible, y una vertiente norte sin asfaltar.