El fin de semana de Carnavales nos fuimos a conocer Córdoba. Tuvimos una temperatura muy agradable para pasear por sus calles. El casco histórico es muy chiquitillo, pero disfrutamos mucho perdiéndonos por sus recovecos y monumentos. La mezquita como esperábamos es impresonante, al igual que los jardines del Alcázar y la Judería.
Además de comer salmorejo y jamoncito, merece una especial atención el rabo de toro, donde Javi se puso las botas.
Este viaje de fin de semana ha sido nuestro última excursión sin un bebé de por medio.
JARAICEJO
Hace 11 años